Estas trampas tienen forma de jarrón o de copa y al fondo tienen líquido acuoso donde los insectos se ahogan. Estos son atraídos por aromas que producen los bordes de la trampa y cuando se posan, resbalan y caen adentro, y una vez ahogados, la planta los digiere. En algunos géneros como Nepenthes, las trampas tienen además tapaderas, que actúan como sombrillas, evitando que el agua de lluvia las llene completamente.